Los Actuales Líderes de la oposición en el municipio, Jhonny Madrid y Jesús Macuarisma Inspecciónaron una instalación abandonada y usada para tiraderos para todas las categorías.
UPATA -. Para muchos fue una de las mayores instituciones universitarias aunque politizada, formó y preparo a Los profesionales que hoy ejercen en las distintas especialidades demandadas por la sociedad el municipio Piar, desde comunicación social hasta carreras como Derecho.
Lo que se vendió como la «solución» para la cantidad de estudiantes que no tenían acceso a las universidades públicas, pero que en realidad tenía un trasfondo político e ideológico, no terminó de germinar en el país, asegura los dirigentes.
Uno de los proyectos bandera durante los primeros años de la revolución bolivariana fueron las Aldeas Universitarias, que tenían como propósito promover los estudios de educación superior en zonas alejadas de las grandes urbes y sin las estrictas normativas de la universidad tradicional.
La visión del Gobierno nacional, a raíz de la creación en el 2003 del Ministerio de Educación Superior era fortalecer desde la Fundación Misión Sucre este proyecto. Entre las directrices de la Misión Sucre es encontrar cabida a todos en el sistema de educación universitaria en espacios que se instalan en cada municipio, dando paso así a la municipalización de la educación superior.
El Dr. Jesús de Macuarisma ex Síndico del municipio - afirma que el proyecto educativo tenían estructurados fomentar la capacitación de los habitantes de poblaciones rurales y que las personas no salieran de sus comunidades. «Todo esos proyectos quedaron en un sueño, porque luego todo eso se fue tergiversando en el camino».
«Era algo noble y se veía con buenos ojos porque permitía el descongestionamiento de la educación central, haciendo valer la municipalización; era loable, pero en un país tan politizado como el nuestro eso derivó en un fin político e ideológico que lo condenó al fracaso desde su nacimiento».
Pero también con la creación de las aldeas universitarias empezó el desmantelamiento del sistema educativo universitario regular, al negarle los recursos necesarios para su funcionamiento y pasando ese dinero, que venía de la renta petrolera, a ser parte de un proyecto de control ideológico y social, en aldeas que hoy no son más que basureros.
«Al no lograr el control ideológico de las universidades tradicionales, como la UCV, ULA y LUZ, entre otras universidades públicas de renombre, entonces se aprovecharon de los inscritos en estas aldeas para crear su propio músculo político electoral en los sectores rurales y zonas más desposeídas del país».
Aldeas sin aldeanos.