Tras el vencimiento este 27 de mayo de la licencia otorgada por el Gobierno de Estados Unidos que permitía las operaciones de la petrolera Chevron en Venezuela, aún se están midiendo las consecuencias que esto pudiera generarse en el país.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Tammy Bruce, confirmó que el permiso bajo el que opera en Venezuela la empresa norteamericana expiró, como medida de presión económica de la administración Trump contra la gestión de Nicolás Maduro.
“No vamos a permitir que ningún dinero llegue al régimen de Maduro”, dijo en una rueda de prensa en la que señaló que “se va a notar”, recordando así “las instrucciones del presidente (Donald Trump) al secretario (de Estado, Marco) Rubio para que tomase medidas para finalizar todas las licencias de petróleo y gas de la era (Joe) Biden que beneficiaban al régimen de Maduro y forraban los bolsillos de sus secuaces”.
Voces preocupadas
Muchos economistas y expertos petroleros han expresado preocupación por el impacto significativo que tendrá el fin de la licencia de Chevron en Venezuela, tras destacar varios efectos negativos en la economía del país.
Aquí un resumen de los puntos clave basados en las opiniones de expertos:
Caída en la producción petrolera:
Chevron aportaba entre 200.000 y 250.000 barriles diarios, que representaban aproximadamente el 25% de la producción total de Venezuela (que ronda entre 875.000 y 1 millón de barriles diarios). La salida de Chevron podría reducir la producción en un 20-25% inicialmente, según estimaciones de la firma Ecoanalítica y otros expertos.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, indicó que el 85% de los ingresos en divisas de Venezuela provienen del petróleo, y de ese porcentaje, cerca del 30% era aportado por Chevron.
«Se estima una disminución del 40% en el flujo de ingresos petroleros, pasando de unos US$20.000 millones a US$16.000 millones anuales. Esto impactará la disponibilidad de dólares en el mercado cambiario, afectando la estabilidad del bolívar», dijo.
Aumento de la inflación y devaluación
Leonardo Vera, economista de la Universidad Central de Venezuela, advirtió que la salida de Chevron podría transformar un escenario de crecimiento modesto en uno recesivo y altamente inflacionario.
«La menor inyección de dólares (entre US$150 y US$200 millones mensuales por Chevron) presionará el tipo de cambio, incrementando la devaluación del bolívar y la inflación, que podría superar el 150% en 2025», explicó.
Graciela Urdaneta, de Ecoanalítica, señaló que Venezuela tendrá que recurrir nuevamente a mercados menos rentables, como el mercado negro, donde deberá vender el crudo con descuentos superiores al 30%.
«Esto se debe a la imposibilidad de acceder a mercados formales como EE.UU., India y Europa, lo que complicará la comercialización y reducirá aún más los ingresos», añadió.
Problemas con diluyentes y combustible
Chevron proporcionaba diluyentes esenciales para procesar el crudo pesado venezolano. Sin estos, Pdvsa dependerá de proveedores como Irán o Rusia, con costos más altos, lo que podría agravar la escasez de combustible en el país.
El Observatorio Venezolano de Finanzas estima que la caída en la producción petrolera podría generar una contracción del PIB entre 3,8% y 7,5%. Además, se prevé la pérdida de cientos de empleos directos y miles indirectos asociados a Chevron.
Aunque el impacto es grave, economistas como Oliveros consideran que no se llegará a una crisis como la de 2019, debido a un contexto económico diferente y a que el gobierno de Maduro aprendió a manejar sanciones previas. Sin embargo, la economía enfrentará mayor incertidumbre y recesión.
Permiso limitado
Chevron ya rescindió los contratos de producción, servicios y adquisiciones de petróleo que tenía para operar en Venezuela, con lo que delegó la administración de su empresa conjunta a su socio, la estatal Pdvsa, pero planea retener a su personal directo en el país, dijeron a Reuters cuatro fuentes cercanas a las decisiones.
La licencia clave para que Chevron opere en Venezuela fue revocada por el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, en marzo y un período de dos meses otorgado para liquidar las transacciones expiró esta semana, poniendo fin a la licencia, recordó la compañía.
Sin embargo, en los últimos días el productor estadounidense recibió una autorización limitada de la administración Trump que le permite preservar activos, incluidas sus participaciones en empresas conjuntas, y retener al personal, que había ampliado en los últimos años.
Andrés Rojas, periodista especializado en la industria petrolera y editor del portal Petroguía, recordó que el escenario de licencias limitadas ya existió durante el primer mandato de Trump.
«En enero de 2019 se emitió una licencia general que incluía a Chevron y otras cuatro empresas estadounidenses, buscando atender las obligaciones de deuda de Pdvsa», explicó.
Rojas también subrayó que Chevron tiene intereses significativos en el país, con una participación promedio del 40%, lo que complica su salida inmediata del mercado. Señaló que Chevron opera bajo licencias estrictas que regulan los desembolsos y requieren informes semestrales sobre cómo se manejan los recursos. «Ha habido flexibilización, pero no un levantamiento total de las sanciones», aclaró.
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