Los principales culpables, apuntados por los dedos de oda la población, son los propios padres. Pero en un país en el que más de la mitad de los hogares presentan descomposición familiar, es muy difícil que los padres se hagan responsables de lo que hacen sus hijos.
Las niñas empiezan por curiosidad a crearse su canal o cuenta de alguna red social, luego suben un par de videos inocentes bailando o moviéndose muy raro, para que en pocas horas ya comiencen a ser contactadas por adultos para pedir más contenido. Así empieza lo que tendrá un final devastador para miles de niñas que terminarán sus días trabajando bajo algún paraguas en la Avenida libertador.
Las menores se alegran cuando ven que ganan 100 seguidores en pocas horas. Al mes consiguen fácilmente 10.000 seguidores de todo el mundo. Se estima que un gran porcentaje sea de pervertidos. Muchas veces se camuflan en cuentas falsas con las que se hacen ver como menores de edad también, y con muchas ganas de entablar amistades, pero la realidad oculta es verdaderamente dramática.
En las redes sociales que existen, ya es común ver a niños muy pequeños haciendo bailes y movimientos bastante extraños, con los que generan muchos seguidores. A pesar del control y censura que tienen en este momento las redes, no dejan de aparecer cada vez más videos de este estilo, con los que terminan siendo muy perjudicados los menores.
En la mayoría de los casos, cuando le recriminas a un adulto por lo que están haciendo sus hijos, te responden diciendo que los dejan hacer lo que quieran, porque está a la moda y porque no queiren ser alejados de la sociedad ni de grupos sociales, sobre todo de su escuela o barrio. De esta forma, la enfermedad del perrero de niñas, crece y se expande sin control, como se puede observar a diario en redes como Tik Tok, Youtube, Facebook e Instagram.
Últimamente se ha conocido que las menores, llegan a cobrar por lo que hacen, y pueden ganar mucho más que sus propios padres que tienen empleos comunes, por lo que los progenitores no se preocupan en que acaben con este terrible vicio que ya comienza a convertirse en un gran problema, del que solo veremos los efectos negativos dentro de 10 años.
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